
La conveniencia de la relación escuela-familia para potenciar las influencias educativas es reconocida y aceptada en el plano teórico. Las dificultades estriban en la materialización de la colaboración entre estas instituciones. Los padres en ocasiones trasladan la responsabilidad educativa a la escuela, al considerar la escuela como una institución de guarda y custodia.
Encuentro y desencuentro:
La familia y la escuela comparten un objetivo común; la formación integral y armónica del niño a lo largo de las distintos períodos del desarrollo humano y del proceso educativo, estas dos agencias de socialización aportarán los referentes que les permitan integrarse en la sociedad. Indiscutiblemente, estos sistemas de influencias necesitan converger para garantizar la estabilidad y el equilibrio para una formación adecuada de niños y adolescentes.
Los principales contextos educativos: familia y escuela tienen semejanzas y divergencias entre unos y otros;
- Objetivos educativos diferentes.
- Responsabilidades distintas.
- Tipo de actividades en cada entorno.
- Las relaciones que se establecen entre padres y educadores.
Al identificar los cambios experimentados en la relación escuela y familia se constata.
1° Etapa: Estrecha relación entre la escuela y la comunidad, ella se expresa en el control del curriculum académico, la contratación de los maestros y definición de los calendarios y duración de la jornada escolar por parte de los representantes de la Iglesia y los padres.
Los objetivos de socialización e integración de los sujetos al medio social eran comunes en los padres, Iglesias y escuela.
2° Etapa: Distanciamiento en las relaciones escuela-familia a partir de los albores del siglo XX. La especialización de la labor pedagógica y consiguientemente la impartición de materias complejas por parte de los maestros que dejan poco espacio a la inserción a personas no expertas como los padres, conduce a delimitar funciones especÍficas para la escuela y la familia. A los padres les correspondía preparar a los hijos en cuanto a las pautas de comportamientos y actitudes que favorecerán su ingreso en la escuela. Por su parte, los maestros eran encargados de enseñar la lecto-escritura, el cálculo y conocimientos científicos. Esta dicotomía funcional entre la familia y la escuela generó en ocasiones conflictos en su cotidianidad.
3° Etapa: En la actualidad impera la perspectiva integracionista que supone que ambas influencias convergen y que la manera más provechosa de potenciar el desarrollo de los niños, es la colaboración entre los padres y maestros.
Sistemas de Actividades:
- Familia: El niño intervienen en actividades de la vida cotidiana. Regularmente responden a sus intereses y se muestran más motivados.
- Escuela: Las actividades son diseñadas y planificadas en función de los objetivos educativos. Tienen un carácter simbólico, fragmentadas y no integradora entre sí ni del conocimiento académico y de la realidad. Aparecen distantes de las necesidades e intereses actuales del niño y frecuentemente son menos gratificantes..
Sistemas de Relaciones:
- Familia: La relación diádica con el adulto es más estable y duradera. Los padres responden de manera inmediata a la demanda de los niños. Además de ser más controladores y propician más regaños frente a conductas exploratorias de los niños.
- Escuela: La interacción de los maestros con cada alumno es numéricamente menos aunque favorece el aprendizaje social y las normas de convivencia de grupo. Los niños suelen manifestarse con mayor independencia y requerir menos nivel de ayuda instrumental que la familia.
Comunicación y Aprendizaje:
- Familia: El aprendizaje se produce por observación e imitación del comportamiento del adulto, además de la demostración que no se apoya en reglas, principios y generalizaciones del conocimiento sistematizado científico.
- Escuela: El aprendizaje por intercambio verbal. La comunicación verbal amplia el vocabulario del niño, la estructura del discurso difiere del lenguaje empleado en la familia.
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